Agosto 9 de 2003
EL TIEMPO Danna García vuelve después de cinco años en la novela 'Pasión de Gavilanes'.
Más centrada, igual de dulce y tranquila, habla de las pequeñas cosas que son su felicidad y que no tienen nada que ver con las farandulerías.
"Vengo a ofrecer mi corazón..." Como en la canción de Fito Páez, eso es lo único que Danna García está dispuesta a darles a sus televidentes. "Pero su corazón de actriz", aclara. El otro, el de la Danna reservada, hogareña, hermana, hija y novia, lo guarda para sus íntimos.
Hace cinco años que se fue, estuvo en México, Miami, recorrió Europa, hizo tres telenovelas largas, tuvo varias participaciones en seriados mexicanos y sobre todo estudió, estudió y estudió.
Siguió con su carrera de administración de empresas en la Capital del Sol, de la que solo le resta un año para graduarse, y tomó cursos en Nueva York, en la escuela del fallecido Lee Strasberg, el mítico maestro del método actoral de grandes como Marlon Brando y Al Pacino.
DANNA GARCÍA interpretará a Norma, una mujer sensual, altiva y a pesar de todo dulce que esconde una gran tristeza en su corazón.
Gerardo Chaves / EL TIEMPO
Danna está de vuelta en Colombia, no se sabe por cuánto tiempo. La trajo una oferta para protagonizar Pasión de Gavilanes, la nueva versión de Las aguas mansas que escribe Julio Jiménez para Caracol y Telemundo.
La actriz siempre estuvo con Univisión y tuvo que pensarlo mucho para irse con la competencia. El proyecto la sedujo: "Siempre hice la protagonista rosa que sufre y debe luchar por el amor. Ahora representaré a una mujer altiva pero dulce, un ser apasionado, sensual y con muchos matices". Norma, que en la primera versión fue actuada por Margarita Ortega, es un personaje misterioso y místico que esconde una gran tristeza en su alma.
Hija de la ex-cantante Claudia Osuna y hermana de Claudia Garcia, que también ha actuado y ahora es gerente regional para América del sello Vale Music, de Universal, Danna creció entre los estudios de TV.
Hace cinco años, con todos los 'tropeles' que se generaron en el elenco que protagonizó Perro amor (lo último que hizo en nuestro país) sintió que su trabajo no había tenido la trascendencia que ella había querido imprimirle. Entonces empacó maletas y se fue, se encerró en sí misma y se dio tiempo para crecer.
La actriz está más bella, su mirada está tranquila y su voz conserva la dulzura de siempre. Danna está grande y madura, a pesar de sus escasos 25 años.
"Estar lejos y viajar me permitió descubrirme. Antes estaba un poco perdida y, de tanto hacer personajes sin parar, no sabía cuál era la Danna verdadera". Su tono es suave pero apasionado.
Criada en un hogar tradicional, se mantiene alejada de las farandulerías.
No le interesan, por eso poco le gustan las entrevistas y por eso no revela el nombre de ese alemán con el que llevaba tanto tiempo de noviazgo y con el que existian posibilidades de matrimonio: "No quiero hablar de eso -insiste-. Solo digo que mi corazón está tranquilo hace un tiempo largo".
Las locuras del artistaje, que tanto les endilgan a los actores, no van con ella: "Soy solitaria e introvertida, siempre he sido nómada. Me criaron a la antigua, no soy de rumba y pachanga, pienso en casarme y tener un hogar".
Claro que reconoce que encontrar un hombre que sepa mirar a los ojos, que vea la profundidad del sueño y del deseo y que confíe en la mujer y en la actriz, no es fácil. "Muchas veces les prohiben a las artistas que sigan con sus carreras", apunta.
Lejos, en ese Miami de plástico y superficialidad, las reuniones familiares y las clases fueron su refugio. "Disfruto de estar en silencio con mis hermanos, rodeada de los que quiero y me quieren como soy, los que quieren a la Danna de verdad y no a esto", dice señalándose a sí misma caracterizada como Norma, el personaje del que no alcanzó a deshacerse durante el corte de grabación para almorzar.
En Colombia ha vuelto a disfrutar del olor de la tierra y de las caras conocidas, de esas cosas que se reserva para sí misma y que no está dispuesta a compartir más que con los suyos.
DIEGO LEÓN GIRALDO S.
Subeditor de Televisión
COPYRIGHT © 2003 CASA EDITORIAL EL TIEMPO S.A.